Castella y Talavante,doble Puerta Grande en Colmenar Viejo
Crónica
PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ
Colmenar Viejo celebraba el tercer festejo de la Feria de Los Remedios. Una corrida de toros mixta en la que se acartelaban el rejoneador Diego Ventura y lo diestros Sebastián Castella y Alejandro Talavante, que se midieron a los Guiomar Cortés de Moura y Conde de Mayalde. En cuanto a los toros de rejones, sería el cuarto el mejor, un toro al que Ventura exprimió deleitando al respetable y sacando a relucir el buen manejo de su cuadra. Los de Conde de Mayalde fueron comedidos, siendo el segundo de la tarde el más distraído y complicado, los demás fueron cómodos, aunque con sus respectivas teclas, pidiendo suavidad y que les llevaran. Destacaron por encima del resto el quinto y el sexto, los mejores de la tarde en condicionesz fijeza y entrega. Castella deslució con los aceros en el segundo, pero se lució y expresó con el quinto un toro extraordinario de Conde de Mayalde. Talavante lo acompañó en la puerta grande después de cortar una y una, con un gran sexto y de calidad que de no haber sido por los aceros, podría haberlo desorejado.
Abría la tarde Diego Ventura, con un toro que se paraba y al que dejó dos rejones de castigo. El animal cada vez se afligia más. Cambió el caballo y empezó con las banderillas, tratando de correrlo de lado, apurando las distancias, bordeando la plaza. Todo lo que le hizo fue en corto, para mantenerlo ligado, cambiando y jugándosela en terrenos comprometidos ante un toro que no se empleó, comedido en la obediencia. Dejó varios palos al quiebro, esperandose y haciéndolo todo él, porque el astado no se le arrancaba, así que lo buscó al quiebro a toro parado. no tuvo demasiado acierto con el rejón de muerto, teniendo que descabellarlo.
Castella abría el festejo a pie, con un saludo capotero bregado en el que estuvo llevando a un toro al que le costó. Inició la faena de muleta por abajo genuflexo, bajándole la mano, tratando de someter una embestida que pedía aire. Culminó los primeros compases por alto fuera del tercio. Eligió el pitón derecho, desplazándolo, algo que rectificó para cruzarse y tocarlo con firmeza en el morrillo. Tiró ligando un muletazo con otro en aquella primera tanda. Tanto se la quiso poner que al cortarlo se descompuso, soltando la cara. Cambió al natural, sin acople entre ambos, por lo que rápidamente volvió al pitón derecho, para llevarlo entre la media altura y la mano baja, pero sin terminar de cruzarse en aquel pulso que le mantuvo el astado durante toda la faena. Siguió, alargando el último tercio, con alguna tanda más con la mano derecha, apurando las distancias, metiéndose entre pitones. Le costó pasaportarlo.
Talavante saludó a un toro comedido al que le dejó un saludo comedido y breve con el que no se pudo estirar, andándolo para atrás y en tablas. Lo tanteó a pies juntos, pasándolo por ambos pitones, poco a poco, para después ganarle terreno y sacarlo de tablas y más allá del tercio. Se echó la muleta a la mano izquierda, dejando una primera tanda muy ovacionada. Lo tocó en el morrillo, echándole los vuelos, con suavidad y pulcritud, encauzando así la embestida. La llevó templada. Después continuó sobre el pitón derecho, muy despacio, con un toro que se mantuvo fijo en la franela, arrancándose con prontitud, para pasar con ritmo. Talavante no quiso alargar el último tercio, por lo que cambió la ayuda por la espada, lo cuadró y le metió la mano.
Diego Ventura marcaba el ecuador del festejo con un toro que se dejó llevar ligado a la grupa mientras le propinaba el primer rejón de castigo. Empezó con las banderillas y antes de dejarle la primera le corrió de lado bordeando las tablas, sería ya a toro parado cuando el astado arremetiera contra el caballo. Sin mayores consecuencias, continuó Ventura dejándoselos al quiebro, empleando la larga y media distancia. Sin embargo, no tardaría en moverlo, desplazarlo y lucirse en los palos. No era un toro cómodo, con alguna que otra media arrancada. Ventura trató de mantenerlo en los medios en todo momento, con un gran manejo de su cuadra, con la que tiró del astado hasta sacarlo. Le quitó el bocado y la cabezada, para dejarlo en largo y apurar en las distancias cortas para buscarlo al quiebro. El público estaba totalmente entregado, con unas unánimes ovaciones que llevaron a Ventura a la expresión y el deleite de los aficionados. Después de las cortas, dejó un par metido entre las rayas del tercio.
Castella saludó a "Chorlito", un toro de Conde de Mayalde al que le fue ganando terreno hasta sacarlo a los medios. Se alcanzó la faena de muleta y el francés lo recibió por estatuarios, pasándolo por alto, cerrando con un pase cambiado por la espalda y un muletazo a la cadera. El toro embestía humillando y colocando la cara, pasando como si fuera un carretón en la franela de Castella. Lo dosificó y le dio sitio, para aprovechar al máximo y alargar los tiempos con un astado que pasaba a cámara lenta. Con el toreo al natural, se la echó al morrillo, muy despacio, manteniendo siempre los pasos, sin asfixiarlo en las distancias cortas. Reestructuró, ante un toro de gran fijeza y con el que debió meterse en el sitio. Los parones fueron apagando una faena que se planteaba de vuelos ante las condiciones que el animal mostró en un inicio. No terminaba de cruzarse, acortando las distancias, haciéndolo tocar la tela y descomponerse, asfixindo así la embestida. Culminó por manoletinas y una buena estocada fulminante.
Talavante y Haraposo cerraban la tarde con un saludo breve en el que mostró la embestida. Lo desarrolló pegado a tablas, restándole por abajo. Salió a los medios y brindó al respetable para después aproximarse lentamente y tantearlo genuflexo, exigiéndole por abajo a un toro con fijeza y humillador que siguió el engaño hasta el final. Se encajó y lo fue pasando alrededor de su cintura, con temple, despaciosidad y cadencia. La mano izquierda marcó unos naturales que se desarrollaron a cámara lenta. Talavante dosificó muy bien las tandas, dándole tiempo y sitio, para después retomar aquel último tercio en el que le arrastró el engaño por el albero, bajándole la mano. Cambió al pitón derecho, toreándolo con todo su cuerpo, siguiendo la embestida, despacio pero con ritmo. La faena estaba hecha, así que el diestro tomó la espada, culminó doblándose por abajo con el al compás de los "olé" del público. En la suerte suprema falló con la espada, hundiéndola al segundo intento.
Ficha del festejo:
Plaza de toros de Colmenar Viejo. Media entrada. Toros de Guiomar Cortés de Moura para rejones y Conde de Mayalde. Destacó el cuarto y segundo de rejones, así como el quinto y el sexto de Conde de Mayalde, humillando, con fijeza y entrega en la faena. Diego Ventura, palmas y ovación; Sebastián Castella, silencio y dos orejas tras aviso; Alejandro Talavante, oreja y oreja.
frame title="Plaza de toros La Corredera de Colmenar Viejo - Corrida del 28 de agosto de 2023" src="https://videos.toromedia.com/videos/embed/b797f91c-81f2-4581-8882-2899fcc3bf16" allowfullscreen="" sandbox="allow-same-origin allow-scripts allow-popups" width="560" height="315" frameborder="0">
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