Chicharro, Puerta Grande en el arranque de la Feria de Los Remedios
PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ
Colmenar Viejo abría la Feria de Los Remedios 2023 con una novillada picada en la que David López, Jarocho y Alejandro Chicharro se midieron a los astados de San Isidro. El encierro muy bien presentado que dejó muy buenos novillos, el primero y el tercero, que se pudieron exprimir al máximo, con calidad y entrega, el primero humillando en la entrada y salida, mientras que el tercero fue muy bravo. La Puerta Grande de Chicharro vino precedida por su entrega absoluta, por su lucha de poder a poder y de no querer desperdiciar ni una sola embestida. Las espadas también tuvieron parte de culpa en los trofeos. Jarocho mostró disposición, estando muy bien con el segundo de su lote, un novillo muy complicado. David López, por su parte, lo tuvo todo en el el primero, mientras que con el cuarto poco pudo añadir.
David López se fue directo a la puerta de chiqueros para abrir la tarde. Terminó por desarmarlo en el saludo capotero, pero logró recomponerlo y rematarlo en los terrenos de sol. Se excedió en el tercio de varas, quedándose ensimismado en el peto mientras el picador le mantenía la puya. Brindó desde los medios y empezó a pasarlo junto a las tablas, genuflexo, probándolo por ambos pitones. El animal humilló y se dejó llevar a buen ritmo, desplazándose. Tomó la franela sobre la mano derecha y le regaló unas cuantas embestidas, con empuje y motor, siguiendo la franela por abajo, repitiendo y metiendo la cara con codicia. Al natural le puso los vuelos y le costó algo más ahormar las tandas, sin alcanzar a limpiar los naturales. Retomó la faena sobre la mano derecha, el pitón de mayor calidad, aunque cada vez costándole más mantener la uniformidad. Se lo fue llevando a tablas, pero sin perder la fijeza el animal, que mantuvo su entraga y calidad hasta el final. Tuvo cosas muy buenas el de San Isidro. Le costaron los aceros, pero finalmente dobló.
Jarocho saludó al segundo de la tarde, un novillo que arremetió con fuerza en el capote del novillero. Lo probó en la salida del caballo y se dio paso al tercio de banderillas, tercio que protagonizaría el propio espada. Culminó y se fue al tercio para brindar al público. Comenzaría la faena de muleta con un trasteo por ambos pitones, doblándose con él hasta dejar la rodilla en el albero y después cerrar por alto. Hechas las presentaciones siguió sobre el pitón derecho con un novillo que entraba, pero punteaba la tela, pedía unos terrenos y una distancia que a Jarocho le costó ver. Ralentizó el ritmo y le dio sitio, depurando las embestidas, alargando el trazo y lo configuró en el uno a uno. Con el izquierdo lo abrió en tandas partidas y reestructuradas, todo a favor del animal. Tuvo que buscarlo a pitón contrario, y una vez dentro arrastrarlo, pero no estaba conectando con los tendidos, en una faena en la quw faltó acople. Falló con los aceros.
Chicharro salió con disposición, ganas y raza en el saludo capotero que le recetó al de San Isidro. Cerró el tercio de varas con un quite desde los mismo medios, volviendo a lucirse con el. Salió para brindar al público para empezar desde los medios con un pase cambiado por la espalda, sin probaturas. Continuó, con la verdad por delante, tocando y desplazando, muy despacio, midiendo los tiempos y la cantidad. Poco a poco le fue bajando la mano, logrando la ligazón y las ovaciones del público. Le adelantaba la mano para tocarle en el morrillo y encauzar su embestida en el muletazo. Al natural exigía y apretaba, teniendo que perderle pasos, ya que fue andarín, viniéndose detrás de la franela. Retomó el pitón derecho, con el paso atrás y el toque, encontrando la chispa a la faena. El de San Isidro le dio juego y ritmo al último tercio, el cual cerró por bernadinas, perdiendo el respeto y las distancias, a punto estuvo de llevárselo por delante. Dejó toda una estocada que no fue suficiente para que el animal doblara.
David López marcaba el ecuador del festejo con un saludo capotero bregado en el que fue enseñando la embestida, metiéndola y llevándola. Se alcanzó el último tercio y el espada lo recibió junto a las tablas ganándole terreno, doblándose con él, alternando en alturas. Lo sacó del tercio y sobre el derecho continuó la faena, sin uniformidad, tocando la tela, soltando la cara, descomponiéndose y descomponiendo. Le bajó la mano, pero sus salidas... Lo intentó por el pitón izquierdo, natural a natural, sin poder expresarse, se atropellaba la faena. Retomó el pitón derecho, en un tira y afloja, sin un resultado. Se perfiló y metió la espada.
Jarocho saludó al segundo de su lote con una larga cambiada, para después seguir estirándose con él. Inició la faena de muleta con la montera calada, sacándolo de tablas, tirando del animal para moverlo y cambiar los terrenos. Eligió la mano derecha para tocar y pasarlo, pero le costaba acometer en la tela, tenía que tocarlo con firmeza y aún así, no pasaba. Siguió intentando, cambió al natural y casi que embestía Jarocho con tal de que pasara, pero la faena no tomaría vuelo, no había opciones para triunfo. Estuvo muy por encima, pisando terrenos comprometidos, con cabeza. Metió la mano.
Chicharro saludó con una brega al cierraplaza. Al culminar el tercio de banderillas saludó Tito una sonora ovación. En la faena de muleta trató de atemperar y acompasar unas embestidas que venían acompañas por la salidas por alto y descompuestas. Le soltaba la cara, arremetiendo con violencia y fuerza. El espada trató de buscarle las teclas y tocarlas, pero el de San Isidro no se lo puso nada fácil, en el toreo al natural empleó la ayuda para marcar la embestida y meterla en los vuelos. Lo pasó en largo, dándole salida, cortando las tandas para recomponer y volver a empezar. Volvió a la mano derecha, pero se le vencía por dentro, a pesar de que Chicharro le abriera el compás. Siguió con la alternancia de pitones, sin dar una embestida por perdida. Culminando la faena empezó a tocar la música, con un novillo que no era para ello. Apuró mucho las distancias. En la suerte suprema hundió la espada con acierto.
Colmenar Viejo. Novillos de San Isidro para David López, vuelta al ruedo y silencio; Jarocho, silencio; Alejandro Chicharro, oreja tras aviso y oreja.
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