Doble Puerta Grande en Aranjuez
Crónica
MAR MUÑOZ
La Plaza de toros de Aranjuez acogía su tradicional corrida de toros de San Fernando. Morante de la Puebla, El Juli y Andrés Roca Rey se midieron a los de Núñez del Cuvillo. Los animales presentaron opciones para el triunfo, aunque hubo variedad de comportamiento. Había que aguantarlo y cuidarlos en las tandas, llevándolos en el uno a uno para que culminaran las faenas de triunfo. Morante impregnó la plaza de arte, a pesar de lo que los de su lote le ofrecieron, teniendo que ponerlo todo el sevillano. El Juli logró arrancarle las orejas al segundo de la tarde, un toro al que tuvo que mimar y no llevar la contraria, en una faena inteligente. Con el quinto se le esfumaron las opciones. El diestro peruano, que cortó tres orejas en la tarde, dejó el toreo de a placer, inventándose la faena con el segundo sobrero, el sexto, un toro que parecía que no le iba a dar nada al peruano.
Abría la tarde Morante de la Puebla con "Juguetero", un toro al que paró luciéndolo por ambos pitones, estirándose por verónicas. Tomó la muleta y sin un brindis previo comenzaron las probaturas por ambos pitones en el tercio. Poco a poco le fue ganando terreno, sacándolo hacia los medios, pero el toro era muy parado y protestón. Por el pitón derecho tiraba del animal con despaciosidad, de uno en uno, sin deslucir la faena. También lo mostró al natural, pero no tardaría en recuperar el pitón derecho. A pies juntos dejó algunos pases por alto, aunque también alternó alturas, tratando de adornarse con el animal. No había contenido para la expresión, así que tomó la espada, se perfiló y falló con los aceros.
El segundo de la tarde salió disperso, pero El Juli logró encelarlo en su capote, con un auténtico recital de verónicas. Fue por chicuelinas las pruebas después de haberlo picado, pidiendo así el cambio al presidente. Brindó desde los medios para después recibirlo en la tela genuflexo, sacándolo a los medios. El diestro le fue bajando la mano, tirando del animal en redondo, con lucimiento, logrando ligar los pases con despaciosidad. Sin embargo, el astado perdía las manos en cuanto El Juli le obligaba un poco por abajo, así que no le llevó la contraria, encontraron el compás al que llevarse. Cambió la muleta de mano y al natural, logró llevarlo a media altura, alargando el trazo del pase con un sutil giro de muñeca que lo devolvía a la tela. Retomó el pitón derecho con un molinete, encontrando recursos en su Tauromaquia. Siguió tirando del animal de uno en uno, envolviéndoselo en la despaciosidad, pero cada vez se venía más abajo el astado. Terminó con pases en redondo y cambió la ayuda por la espada, dejando una estocada entera y efectiva.
El diestro peruano Andrés Roca Rey recibió por verónicas al primero de su lote. Sin embargo, lo obligó tanto, que el animal se dejó los pitones en el albero, quedando aparentemente dañado, por lo que el público pedía el cambio. Finalmente, el presidente otorgó el cambio al sacar el pañuelo verde. En su lugar, salió el primer sobrero, un toro de nombre "Arrojado" al que Roca lució por verónicas. Se pasó al tercio de varas y se le picaría en el caballo que guardaba la puerta, por lo que el público lo protestó. Roca salió a los medios para probarlo por chicuelinas muy ceñidas que fueron ovacionadas por el respetable, alcanzando así el tercio de banderillas. El peruano brindó e inició la faena de muleta de rodillas, con pases cambiados y alternando pitones, para seguir toreándolo sin probaturas. Ya en los medios, se decidió por el pitón derecho, bajándole la mano y ahormando las embestidas, mientras dejaba una de las tandas más aplaudidas en la tarde. El peruano dejó un pase de pecho y después siguió citándolo y guiándolo con despaciosidad en redondo, manteniéndose en los mismos medios. Cambió de pitón y lo mostró en el toreo al natural, pasándolo sobre su propio eje, como si estuviera fijado al firme, solo dejaba el paso atrás para seguir ligando. Dejó sabor, torería y pases eternos. Sin embargo, la faena no tenía fin y siguió, ahora por el pitón derecho, ya metido en las distancias cortas con un animal totalmente parado. La espada quedó casi perfecta.
Morante marcó el ecuador de la tarde en Aranjuez con un saludo de verónicas, con las que lo llevó a los medios hasta rematarlo con una media. En el tercio de varas, "Berlanguita" derribó al caballo, así que antes de cambiar el tercio, Morante lo probó por chicuelinas y se cambió el tercio. Tomó los trastos e inició la faena de muleta por ayudados, pasándolo por ambos pitones. Después del inicio le dejó tiempo y sitio, dejándolo reponer, para retomar con el pase las flores y ligar a base de derechazos, con pases en redondo. Gustó y se gustó, llevando al segundo de su lote con arte. Volvió al pitón izquierdo, adornándose con recursos, poniendo lo que al animal le faltaba. Se terminó por parar, así que ya no había nada más por exprimir. Lo intentó, pero había llegado el momento de pasaportarlo. La estocada fue entera, aunque algo caída.
El Juli se encontró a la verónica con el quinto de la tarde, estirándose con clase ante el animal. En los medios iniciaría el último tercio, sobre el pitón derecho con un toro que no obedecía a la franela. Decidió cambiar al toreo por naturales, pero tampoco había contenido en sus embestidas. El madrileño trató de buscar en otros terrenos las opciones a un toro nulo. Lo pasaportó.
Roca Rey saludó al sexto de la tarde. Sin embargo, no se pudo estirar con el animal, por lo que basó el saludo en la brega. El toro se mostraba manso, rajado, lo había cantado desde el inicio, por lo que en el inicio de la faena de muleta, el peruano se fue al tercio para recibirlo genuflexo, alternando pitones. Le dejó sitio y tiempo, para después tirar del animal y sacarlo a los medios. Se lo pasó por la espalda, dejando un buen pase cambiado y darle continuidad al natural. Sacó faena de donde no había esperanzas. Cambió de mano, se la bajó y le recitó una tanda de altura e importancia que levantó al tendido. Lo citó en la larga distancia, mostrándose con la muleta en la mano izquierda y el toro atendió con la cara baja. Roca Rey terminó toreando al compás de los "Olé" del respetable. En redondo y en los medios, con el compás de la música y un poco de lluvia dejó otra faena para enmarcar. Se cambió la muleta de mano, llevándolo a media distancia, iniciando el cite arriba para bajárselo paulatinamente, enroscándoselo poco a poco. Sin embargo, parecía no tener final, se sacó otra tanta, cuajando una faena para disfrutar. Cerró por luquesinas y un desplante, que fueron el epílogo de una estocada al segundo intento.
Aranjuez. Toros de Núñez del Cuvillo para Morante de la Puebla, silencio y ovación; El Juli, dos orejas y silencio; Andrés Roca Rey, dos orejas y oreja.
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