Las pitilleras de Franco
Anécdota Taurina
Como es sabido por ser muy divulgado, Antonio Chenel Albadalejo "Antoñete" era del color de la sangre. Lo tenía muy claro recordando lo que su padre pasó y la infancia que él había vivido.
Siendo matador de toros durante el régimen franquista, era norma de obligado cumplimiento brindarle un toro a Franco cuando este estaba presente en una plaza de toros. A cambio, el diestro recibía como regalo una pitillera de plata, decorada con el águila y la firma del Caudillo. Chenel como otros toreros empleaban la ética y educación para salir del paso con gallardía.
En cierta ocasión un periodista le preguntó a Antoñete que cuántos brindis le había hecho al Franco, a lo que el torero contestó que muchos.
- ¿Tendrá usted muchas pitilleras?
- Muchas, contestó Antoñete
- Y ¿ha utilizado alguna en ocasiones?
- No, jamás. No han salido nunca de mi casa, y fíjese si tienen que transmitir algo, que, en cierta ocasión, robaron en mi casa, se llevaron todo lo que había de valor y las pitilleras me las dejaron como recuerdo. Imagino que no serían del agrado de los ladrones.
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